16 de enero de 2009



Me sobran los tiempos, me faltan las ganas...


Harta de ser primera persona singular busco sin fuerzas un tercero bajo el cual escudarme,


un Tu/Vos/Ud (si se quiere) que me escuche, me hable y me abrace.



[No, esto no sera un ritmo constante]

Porque asi va, buscando un reflejo (o un pedazo de tripa) que se le perdio... y sus espejos no le mienten, no la acojen ni la asustan.

Me inhibe esto de ponerme en el, como afuera de uno... asumo que nunca se me dara la novela.

Te extinguis un ratito? -Desde ya, muchas gracias.

[—El mundo es eso —reveló—. Un montón de gente, un mar de fueguitos.]